Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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16 de enero de 2006

El fantasma del comunismo ronda aún Europa


Herwig Lerouge¹
28-10-2005

Más de 15 años después de haber sido declarado muerto y enterrado, el fantasma del comunismo ronda de nuevo las mentes de ciertos medios políticos dirigentes europeos.

El 24 de febrero de 2005, los ministros europeos de Justicia debían discutir una estrategia común contra el racismo, la xenofobia y el antisemitismo. En esa ocasión, muchos diputados europeos provenientes de antiguos países del Este y miembros del Partido Popular Europeo (PPE), cuyo antiguo presidente lituano era Landsbergis, pidieron la prohibición en toda Europa de símbolos comunistas: martillo, hoz, estrella roja ... "Si los símbolos nazis deben ser prohibidos en la Unión, entonces queremos que pase lo mismo con los símbolos comunistas", declaró el vice-presidente del PPE, el húngaro Jozsef Szafer [2].
Interrogado al respecto, el delegado europeo Frattini, del partido de Berlusconi y aliado de fascistas en el gobierno italiano, juzgó que la discusión sobre la estrategia contra el racismo no era "el foro adecuado" para discutir símbolos comunistas. Pero que ha "animado al Parlamento Europeo a organizar un debate sobre estos símbolos, y lo que pueden significar para los ciudadanos europeos [3]."
En mayo de 2005, en ocasión del 60 aniversario de la liberación de Europa del fascismo, el Parlamento Europeo (PE) adoptó por 463 votos a favor, 49 en contra y 33 abstenciones, una resolución anticomunista. La iniciativa vino del demócrata-cristiano Elmar Brock, presidente de la comisión de asuntos extranjeros del PE. Esta resolución llama "ocupación y dominio soviético" y "dictaduras comunistas" a la liberación de los países de Europa del Este del nazismo. Las palabras fascismo o nazismo no figuran en la resolución [4].
Los diputados del PPE, miembros de la comisión política de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo (APCE), trataron de votar en octubre de 2005 un memorándum anticomunista aún más virulento. El Consejo Europeo fue creado en 1949. Actualmente, 46 países europeos son miembros y posee también una asamblea parlamentaria. La organización ha cesado toda actividad de orden internacional salvo una: "evaluar en el continente la progresión de la democracia y los derechos del hombre", pero lo hace con una orientación particular, que ha sido suya desde el principio: la lucha contra el comunismo [5].
Tres reportes debieron estar presentes en la APCE, el primero sobre "la inadmisibilidad de la justificación del nazismo en la Europa contemporánea", el segundo sobre "la necesidad de condenar el franquismo a nivel internacional" y un tercero sobre "la condena de crímenes cometidos bajo el comunismo" [6]. Este último texto pide a esta asamblea que reagrupa a parlamentarios de 46 países europeos, una condena internacional "inmediata" del comunismo. El 14 de diciembre de 2004, la comisión de cuestiones políticas de la APCE sostuvo en París una audición parlamentaria en el marco de la preparación de su reporte sobre el sujeto. Entre los participantes figuraban Stéphane Courtois, autor de "El libro negro del comunismo", Vladimir Bukovsky, antiguo disidente soviético y Toomas Hiio, de la Fundación estoniana de investigación sobre crímenes contra la humanidad" (ver más adelante).
Una "nota introductoria" a la orden del día de la audición precisa el objetivo de los organizadores: "es tiempo, en el presente, de hacer el balance de los numerosos crímenes del comunismo totalitario en el pasado, y de condenarlos solemnemente. Si nos abstenemos, correría el riesgo de que una nostalgia ilusoria se instalara en el espíritu de las jóvenes generaciones, que verían en este régimen un substituto eventual a la democracia liberal" [7].
Esta vez, el comunismo no es el único blanco, también "la lucha de clases". Pues según el texto del memorandum de la APCE, "el comunismo deriva de la teoría de la lucha de clases". Después de protestas, la discusión de este proyecto fue aplazada.
Pero la caza de comunistas es también una dura realidad. En muchos nuevos países de la UE, la promoción de ideales comunistas y los símbolos del movimiento obrero internacional han sido prohibidos. En países tales como Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Turquía, la ley prohibe la existencia de partidos comunistas o pone obstáculos insalvables a la legalidad de su acción. En Hungría y en la República Checa está prohibido y es castigado el uso de símbolos socialistas. el presidente del Partido Comunista de Lituania, Mikolas Bourakiavitsius, y su camarada Yiouozas Kouolelis, están en prisión por razones políticas desde hace más de diez años. El socialista alemán Verheugen, antiguo delegado para la ampliación de Europa, juzga esta situación completamente conforme a los valores democráticos europeos. Durante un intercambio de puntos de vista que tuvo lugar el 30 de septiembre de 2003 en la comisión de asuntos extranjeros del Parlamento Europeo respondió: "Después de todo lo que la población debió soportar bajo el comunismo, pediría también la prohibición de partidos comunistas si fuera ciudadano de uno de esos países" [8].
Después de varios días en prisión, Sean Garland, presidente del Partido del Trabajo de Irlanda, se encuentra hoy en arresto domiciliario en Irlanda del Norte y bajo la amenaza de una extradición hacia los Estados Unidos, sin ninguna inculpación precisa.
El fundador del Partido Comunista de Filipinas, Jose María Sison, exiliado en los Países Bajos, se encuentra bajo amenaza de una extradición hacia las Filipinas o los Estados Unidos debido a una acusación basada en las así llamadas leyes antiterroristas adoptadas después del 11 de septiembre de 2001 por la Unión Europea.
En Francia, un grupo llamado "Ucrania 33" exige que la Universidad de París VII tome sanciones contra la profesora de historia contemporánea Annie Lacroix-Riz, autora de numerosos libros de un gran rigor científico y mundialmente conocidos. El grupo Ucrania 33 no soporta que la profesora haya refutado -con datos de archivos en mano- la tesis fabricada en los años 30 por militantes de extrema derecha, segun la cual el poder soviético habría organizado conscientemente en 1933 una "hambruna genocida" en Ucrania. La profesora fue "convocada" por el presidente de su universidad para "dar aclaraciones" [9].

Detrás de la condena al comunismo, el renacimiento del fascismo

La iniciativa de la APCE fue rechazada más tarde, gracias notablemente a las protestas de la delegación rusa [10] y de diputados comunistas y progresistas. De acuerdo a Konstantin Kossatchev, secretario de la comisión de asuntos extranjeros de la Duma, el parlamento de Rusia, la presentación del reporte sobre el comunismo le habría seguido el juego a la APCE que trataba de identificar al comunismo con el totalitarismo nazi, para enseguida poder vanalizar éste. Es por mucho lo que pasa ya en los países bálticos, de donde provienen muchos parlamentarios que están en la base de estas numerosas iniciativas anticomunistas. "En Estonia y en Letonia por ejemplo, los antiguos "SS" tienen desde ahora las mismas ventajas que los veteranos y antiguos combatientes de la gran guerra patriótica. Un tal estado de cosas es perfectamente inadmisible", dijo [11].

La historia se repite. Entre 1933 y 1940, los dirigentes de los partidos burgueses llamados democráticos les dejaron las manos libres a Hitler. Esperaban hacer de la Alemania nazi la punta de lanza en la cruzada contra la Unión Soviética. En estas circunstancias el fascismo era un mal menor. Tal parece que ahora los dirigentes del Partido Popular Europeo marchan tras los mismos pasos de sus predecesores. No dudan en acoger en sus filas a partidos en el poder en los países del Este quienes, apresando a los dirigentes comunistas, autorizan la restauración de símbolos hitlerianos y vuelven honorables a los colaboradores de la SS. Letonia es un nuevo estado miembro de la Unión Europea y de la OTAN.

Para seguir leyendo:

http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=14322&PHPSESSID=c95e74487666699bd3e753cce126238e

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

MARX Y LENIN FUERON UNOS HIJOS DE PUTA A LO IGUAL QUE HITLER Y MUSSOLINI Y STALIN.

LOS PRINCIPALES HIJOS DE PUTA ACTUALES SON FIDEL CASTRO, HUGO CHAVEZ Y KIM JON IL.

TODOS SON UNOS BECERROS DESPRECIADORES Y HUMILLADORES DEL SER HUMANO.

9:28 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Menudos fascistas, estos señoritos. Me encanta que confundan Marx con Stalin y Lenin con Honecker... Tarde o temprano, ese fantasma les dará un buen susto...

6:56 p. m.  

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