Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

[Automatic translation: EN]
[Traduction automatique: FR]

24 de julio de 2006

Los comunistas puertorriqueños afirman que la Humanidad necesita superar la explotación capitalista


Refundación Comunista, destacamento marxista-leninista en proceso dirigido a refundar el Partido Comunista de Puerto Rico, agradece profundamente al hermano Partido Comunista de Venezuela por la invitación que nos cursara para este Seminario de singular importancia para el intercambio de las valoraciones y análisis y el fortalecimiento de los vínculos fraternales y solidarios entre los partidos y organizaciones del Movimiento Comunista Internacional. Así mismo saludamos fraternalmente a los partidos comunistas y organizaciones representadas en este evento. Un abrazo comunista a todas y todos los delegados nacionales e internacionales.Coincidimos absolutamente con el texto de la Propuesta para las Tesis Programáticas del PCV – para su XII Congreso a celebrarse en los próximos días- en que en la actualidad internacional, la globalización ratifica plenamente las tesis leninistas sobre el imperialismo solo que a magnitudes nunca antes vistas.Es sabido que el capital se concentra y se centraliza, es su naturaleza. Es consecuencia inevitable de la búsqueda de mayores tasas de ganancia – y a su vez de la necesidad que tienen siempre de neutralizar la tendencia a la baja de la tasa media de ganancia en el ámbito internacional. Hoy, la concentración del capital es exponencialmente más acelerada que cuando vivía Lenin. Los datos son muy elocuentes: Si en 1997 las fusiones y adquisiciones, compra-ventas, de empresas sumaban los $1.6 billones, en el 2004 alcanzaban la friolera de 3.8 billones de dólares. Nunca antes se habían visto adquisiciones de empresas como la compra del gigante de las comunicaciones Time Warner por America On Line por el módico precio de $124, 000 millones. Apuntando a un mal de fondo de la actual crisis del capital monopólico internacional y a las contradicciones crecientes en el modelo de extracción de ganancias del imperialismo, estas megafusiones de empresas no operan, ya consumadas, en un mercado internacional en expansión, sino todo lo contrario, se verifica, tanto en la producción industrial como de servicios, su tendencia al ajuste a la baja, y por ende a la reducción significativa del número de trabajadores en un mercado relativamente estático o en contracción- todo ello apuntando a un desfase cada vez mayor entre la oferta y la demanda agregadas en el mercado mundial y a próximas y profundas crisis de sobreproducción. He ahí una causa de la conducta irracional del capital internacional en su tendencia creciente a desviar sus riquezas de la producción a la especulación financiera – amenazando generar un caos sistémico que ya se vislumbra de proporciones gigantescas. Como dato más que elocuente de esa realidad debe saberse que en el mercado mundial las transacciones comerciales de bienes y servicios suman un monto de $ 3.2 trillones anuales mientras que las transacciones financieras y especulativas superan los 77 trillones de dólares en el mismo período– aproximadamente 25 veces el valor total del comercio internacional pero sin el respaldo de la producción de bienes y servicios, con la lógica especulativa de que el dinero gana dinero aún sin producir riqueza. Aún así, creer que el caos que se avecina, o se acentúa, anuncia la paralización automática del sistema capitalista nos conduciría, al proletariado y a los comunistas, a graves errores. Al capital internacional, a la burguesía imperialista les queda todavía algunos recursos hasta que tengamos la suficiente fuerza organizada para vencerles. Sin duda, la humanidad sigue viviendo en la época del imperialismo, como fase superior, última y decadente del capitalismo como concluyera Lenin en la víspera de la gloriosa Revolución de Octubre, pero en condiciones nuevas inherentes a la globalización. El imperialismo, como fase superior del capitalismo, y del capitalismo monopolista en concreto, no es estático. Su esencia sigue siendo la misma aunque presenta nuevas formas y métodos de dominio sobre los pueblos, antes bajo el yugo colonial, y sobre los trabajadores en los países capitalistas avanzados y en todo el mundo. Hoy tienen el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) y monopolizan el usufructo de los avances de la actual revolución científico-técnica, en la automatización, la informática y las telecomunicaciones. En nuestro continente tienen los Tratados bilaterales de Libre Comercio con USAmérica, con la deuda externa como método para extraer riquezas y como chantaje para que el imperialismo logre imponer las medidas draconianas y las terapias de shock de sus políticas neoliberales – no debemos olvidar que en los últimos 30 años los bancos y las instituciones financieras de EE.UU. y la Unión Europea extrajeron de América Latina $ 950 mil millones, casi un billón de dólares. Sin embargo, con todo el dominio tecnológico del imperialismo y los ingentes capitales acumulados, las tasas de ganancia y de productividad no superan las alcanzadas antes de la crisis de los años 70. Esto significa que con cada crisis le es más difícil al gran capital internacional mantener sus decrecientes tasas de ganancia, situación objetiva que le compele irremediablemente a buscar por diferentes métodos, inclusive los militares – entre otros instrumentos extraeconómicos- mayores tasas de extracción de plusvalía absoluta y relativa y mayores tasas de explotación en todo el mundo. Sin pretender agotar la caracterización económica del imperialismo y reconociendo que muchos aspectos políticos y culturales de su dominio han quedado fuera de esta ponencia, concluimos reiterando nuestra convicción de que la humanidad tiene hoy más que nunca la necesidad objetiva darle fin al sistema de explotación capitalista y que ese desenlace no es posible sin una revolución social, dirigida por el proletariado a la cabeza de todas las masas oprimidas y explotadas, y que abra paso definitivamente al socialismo como nuevo orden social y económico.
¡Que viva el internacionalismo proletario!
¡Que viva la Revolución Bolivariana de Venezuela!
¡Que viva la Revolución Socialista de Cuba!
¡Por la Refundación Comunista, proletarios de todos los países, uníos!

Por la dirección de Refundación Comunista de Puerto Rico, Miguel Cruz SantosWalter Acosta CartagenaGuillermo de la Paz Vélez