Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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20 de agosto de 2007

Nepal: Sobre la marcha de los acontecimientos


13 de agosto de 2007. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Los sucesos en Nepal han suscitado mucho interés entre nuestros lectores. A continuación presentamos un informe levemente revisado y abreviado sobre la situación de Nepal pronunciado en junio ante el Comité de Coordinación de Partidos y Organizaciones Maoístas del Sur de Asia (CCPOMSA) por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) [PCN (M)]. Salió en el número 17 (julio de 2007) del Boletín Informativo Maoísta publicado por el Departamento Internacional del Comité Central del PCR (M). La versión en inglés se halla en krishnasenonline. org/Boletí n.

“Resolver la cuestión de ‘completar’ la revolución burguesa a la vieja usanza es sacrificar al marxismo viviente a la letra muerta”. – Lenin (Obras completas, tomo 24)

La verdadera importancia de esta valiosa enseñanza del gran Lenin se palpó fuertemente en el sentido práctico en el movimiento comunista de Nepal cuando la guerra popular dirigida por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) entró en la etapa del equilibrio estratégico desde la etapa de la defensiva estratégica. Aunque hay muchos ejemplos de cambios de tácticas en la historia de nuestro partido, no obstante, un cambio táctico no se había vuelto imperativo antes de que la guerra popular alcanzara la etapa de la ofensiva estratégica. Entonces habíamos trazado un nuevo camino y habíamos estado tratando de desarrollar la práctica revolucionaria por este laberinto. Pero las particularidades concretas de esta situación histórica de Nepal son lo que llevaron a este cambio táctico. Sin duda, esta situación es una consecuencia natural de estos diez años de la heroica lucha armada dirigida por nuestro partido.

En varias ocasiones hemos planteado nuestra evaluación de que la situación interna de Nepal es favorable y madura para tomar el poder estatal central en el futuro inmediato, pero como saben todos los auténticos partidos comunistas que participan en la práctica revolucionaria, la situación internacional es muy desfavorable para llevar a cabo una revolución de nueva democracia y mantenerla. Es obvio que debemos movilizar a las personas amantes de la justicia en todo el mundo en general y a los pueblos del sur de Asia en particular para reunir apoyo a favor de la revolución, mejorando la situación interna con el mismo espíritu. Por eso, debemos atrevernos a abandonar el camino elegido y tener el valor de escalar la montaña inexplorada.

Lenin a menudo citaba una carta escrita por Engels a F. A. Sorge en que el fundador de socialismo científico dice: “Nuestra teoría no es un dogma sino una guía para la acción”. Este dicho nos parece válido para cualquier situación y para cualquier partido comunista. Es fácil aferrarse a dogmas y memorizar algunas frases revolucionarias sin participar en la práctica revolucionaria. Pero un auténtico partido comunista nunca debe olvidar que el marxismo nos enseña a ser críticos hacia el mismo marxismo, y solamente la práctica revolucionaria es un laboratorio para averiguar si uno defiende el marxismo u otra cosa. A la luz deslumbradora de este principio marxista, el PCN (Maoísta) ha estado aplicando el marxismo a la situación concreta de Nepal, que, a nuestro parecer, desarrollará más esta ciencia.

La histórica reunión de Chunbang del Comité Central del PCN (Maoísta) celebrada en septiembre y octubre de 2005 ha representado un hito indeleble en la historia del propio partido. Antes de esta reunión, una riña intestina que representaba una lucha entre dos líneas estaba a su apogeo y se filtró al público. Las masas revolucionarias estuvieron muy deprimidas y temían que pudiera amenazar la misma existencia del partido, y las fuerzas reaccionarias se regodeaban con éxtasis. Pero el Comité Central bajo la dirección del camarada Prachanda encontró las formas y los medios para transformar la lucha al interior del partido en una fuerza motriz que impulsara el partido hacia adelante. La reunión resolvió la lucha interna del partido y forjó una nueva unidad aplicando el método de unidad-lucha- transformació n y manteniendo el debate dialéctico. Una de las decisiones más importantes tomadas en la reunión fue que el partido debía forjar una alianza con los partidos parlamentarios en lucha, a pesar de su carácter inestable y vacilante, a fin de aislar y abolir la monarquía.

La cuestión de la abolición de la monarquía tiene un significado diferente en el contexto de Nepal. Es la única institución reaccionaria que está bien arraigada y bien organizada, con un ejército de más de cien mil efectivos. A causa de esta realidad, las fuerzas externas e internas de la reacción se han unido para apuntalar la monarquía tambaleante y han estado trabajando para convencer a las fuerzas parlamentarias vacilantes de que una vez desaparecida la monarquía, no habrá ninguna fuerza capaz de detener la marcha cada vez mayor de las fuerzas maoístas, y que por eso las fuerzas parlamentarias deben romper sus lazos con los maoístas y trabajar por rescatar a la monarquía con algún cambio de forma. Debido a la conciencia del pueblo nepalés y al movimiento táctico de nuestro partido contra la monarquía, los partidos tales como el Partido del Congreso Nepalés y el Partido Comunista de Nepal Unido (Marxista-Leninista ) tuvieron que mantener lazos condicionales (si bien temporales) con el PCN (M).

El PCN (M), por año y medio, ha asumido este compromiso. Si estudiamos y analizamos con detenimiento las condiciones concretas y el carácter de este compromiso, se evidencia que nuestra política no es ni pura alianza sin lucha ni pura lucha sin alianza, sino que combina las dos cosas. Al comprender la enseñanza de Lenin, hemos evitado lo de “entregar dinero y armas a cambio de compartir el botín”; en cambio hemos dado dinero y armas a los criminales a fin de reducir el daño que pueden causar y facilitar su captura y ejecución. Con este propósito firmamos un entendimiento de 12 puntos contra la monarquía autocrática el 22 de noviembre de 2005. Como era de esperarse, este entendimiento constituyó un catalizador que elevó la moral de las masas en lucha por todo el país. El gran levantamiento, único en el mundo contemporáneo, obligo al renuente rey a invitar a la alianza de siete partidos a nombrar a un primer ministro y a formar un gobierno. Los gobiernos indio, estadounidense y británico no tardaron en decir que que no veían bien este paso. Esta tentativa para apagar el fuego fracasó cuando la agitación avanzó sin parar con la meta de abolir la monarquía. Nuestra fuerte presencia y participación inquietó a los autonombrados paladines de la democracia.

Finalmente, los gobiernos indio y estadounidense y sus lacayos de Nepal fraguaron una conspiración e hicieron que el rey lanzara otra proclama en que por primera vez aceptó que la soberanía de Nepal recayera en el pueblo. Quedó claro que estos intervencionistas tenían un entendimiento tácito con el rey y que le aseguraron que protegieran su posición y que la institución de la monarquía permanecerá en los futuros planes una vez amainado el descontento de las masas.
Después de la proclama real del 24 de abril de 2006, tratamos de desarrollar el movimiento denunciando la proclama y desenmascarando sus móviles ocultos. Pero ya había una división en el movimiento porque la alianza de siete partidos la asumió como una victoria y formó el gobierno luego luego. En su primera reunión, aprobó una resolución de que habrá una elección de una asamblea por una constitución nueva y convocó al PCN (M) a charlas. Eso propagó ilusiones y un gran sector de las masas esperaba que la monarquía pronto quedara fuera.

Se ha intensificado la lucha política con las fuerzas reaccionarias durante este período. Una ofensiva política ha reemplazado a la lucha militar. Se disolvió el viejo parlamento que fue reestablecido por proclama real y se formó una nueva legislatura interina con 83 diputados de nuestro partido. Se ha redactado una constitución interina y formado el gobierno interino con nuestra participación. Si analizáramos superficialmente la marcha de los acontecimientos, parecería que el PCN (M) se ha desviado del camino revolucionario. Pero si analizáramos la historia del PCN (M) y estudiáramos con detenimiento las corrientes ocultas, eso llevará a otra conclusión.

Antes del inicio de la guerra popular, un pequeño número de camaradas fueron a participar en el entonces parlamento y algunos de nuestros camaradas revolucionarios de los partidos fraternales nos criticaron con vehemencia. Los posteriores sucesos en nuestro partido demostraron que podríamos iniciar la guerra protegiendo la revolución de las frases revolucionarias que solíamos memorizar en los primeros años. Ahora aprehendemos cada posibilidad de combinar la guerra popular prolongada con la insurrección. La segunda conferencia histórica de nuestro partido adoptó una línea de que debe haber una unión de la guerra popular prolongada y la insurrección para llevar a cabo la revolución. Vemos que el actual desarrollo lleva a la sociedad nepalesa a confirmar la justeza de las ideas que desarrollamos.

Desde el principio estábamos enterados de la hoja de ruta trazada por los enemigos internos y externos, sobre todo Estados Unidos e India. Ellos intentaron imponer cambios en la monarquía, domar al PCN (M) en la política parlamentaria y capacitar a un partido parlamentario como el Partido del Congreso Nepalés a llegar a ser una dominante fuerza en el país. Con todo a su alcance, han estado tratando de alcanzar esta meta. Pero cada acción suya se les ha reventado en las narices a causa de la posición asumida por el PCN (M). En lugar de ser un títere parlamentario, las aspiraciones revolucionarias de las masas están centradas en el PCN (M). Se están movilizando cientos de miles de masas populares y crece a diario la influencia del partido en el seno de las masas. Las actividades desesperadas de calumniar a los maoístas en los medios de comunicación financiados tras bambalinas por la CIA y el asesinato de nuestros cuadros por sus fuerzas paramilitares constituyen abundante prueba de que están fracasando en su misión.

El enemigo, quien está atacando a nuestro partido, sobre todo a su rama juvenil, la Liga de la Juventud Comunista, con lo que tenga al alcance, ha suscitado el descontento popular contra los enemigos. Y nuestra línea de masas, la disciplina de nuestro Ejército Popular de Liberación y la línea política han cobrado impulso para poner los cimientos para la insurrección final. Estamos usando esta fase de transición para ampliar nuestra base de masas y consolidarla, deshacernos de nuestras propias deficiencias y desintegrar al campo enemigo para que podamos asestar un golpe final y abrir paso en el país a una nueva democracia.


Boletín informativo do Comite Galego de Solidariedade co Nepal

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