Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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21 de noviembre de 2008

Miles de sandinistas hacen fracasar show de la ultra derecha‏




Miles de sandinistas hacen fracasar show Montealegre


Managua. Radio La Primerísima. | noviembre 19, 2008



Decenas de miles de simpatizantes sandinistas hicieron fracasar este martes la anunciada manifestación del candidato a Alcalde de Managua por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha), Eduardo Montealegre, quien quería protestar por lo que denomina "fraude" en las elecciones municipales del pasado día 9, porque la votación no le favoreció.

Los miles de simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), izquierda), tanto de la capital como de los municipios cercanos, iniciaron su concentración desde horas tempranas, reforzando la presencia de "los rezadores", personas mayores de edad que permanecen en las rotondas de la ciudad desde hace meses, supuestamente "orando por la paz".

Poco después de mediodía, los seguidores de Montealegre se concentraban en el llamado "sector financiero", en el centro de la ciudad, llegando en pequeños grupos, generalmente el padre y madre de familia, y en ocasiones un amigo, y protegidos por una fuerte presencia de las tropas de la brigada antidisturbios de la Policía Nacional, por los cuatro costados.

La llegada de los liberales estuvo precedida por no pocos incidentes, ya que en muchos casos intentaron pasar por en medio de la concentración de los grupos de sandinistas que cercaban a lo lejos el lugar de concentración liberal, bajo el reclamo de estos que esa acción "era una provocación", pero sólo en una ocasión se llegó a las manos, acción provocada por dos mujeres.

Montealegre hizo presencia temprano y anunció a su parafernalia de medios de comunicación que llegaba "para que la gente sepa que estoy aquí, que no le tenemos miedo al gobierno de (el sandinista) Daniel Ortega, marcharemos con 50 personas si es necesario, y llegaremos hasta donde nos dejen avanzar las turbas sandinistas".

Horas después llegó al lugar el compañero de fórmula de Montealegre, Enrique Quiñónez, en un despliegue de varias camionetas de lujo atestadas de personas armadas y jóvenes de los barrios humildes en los bordes y parte trasera, supuestamente sus escoltas, y enfrascándose en un altercado con los oficiales de la Policía, que intentaron no dejarle pasar en vehículo.

En las imágenes mostradas por la televisión local se pudo apreciar a varios de los acompañantes de Quiñónez portando pistolas, vestidos de ropa militar de camuflaje, unos a bordo de motocicletas y otros a pie, en los momentos en que el también diputado alegaba su inmunidad para penetrar el perímetro de seguridad a la marcha de Montealegre, en sus vehículos.

Avanzada la tarde, y ante una concentración de unas 1,500 personas, muchos de ellos con camisas y blusas blancas, y de pantalones azules, colores de la bandera nacional, mientras que las "fuerzas de choque" estaban ataviadas con camisetas rojas representativas del color del PLC, Montealegre y los demás líderes avaluaban iniciar la marcha, en interminables consultas entre sí, igual que con oficiales de la Policía.

Montealegre había planificado evitar la concentración de sandinistas ubicados en la rotonda de Metrocentro, sólo a unos 300 metros de su punto de reunión, donde los rojinegros demandan al Consejo Supremo Electoral la inmediata proclamación de los electos el pasado día 9, pero le informaron que los miles de sandinistas también estaban apostados al occidente de esa zona.

Después de nuevas consultas, Montealegre se subió a una camioneta, provista con poderosos equipos de parlantes, para anunciar la suspensión de la marcha, "para evitar choques con las turbas sandinistas", aunque aseguró que continuará en la lucha denunciando el "fraude" en su contra en las elecciones, las que a su juicio son extensivas a todo el país, incluso en los municipios donde ganaron candidatos del PLC.

Quiñónez, visiblemente nervioso, también hizo uso de la palabra para repetir su discurso en contra del líder sandinista Ortega, y trataba de ser gracioso ante los gritos de sus seguidores. No fue el caso del diputado PLC Maximino Rodríguez, ex comandante "contra" conocido como "Wilmer", quien también habló ante la concentración liberal, ataviado de militar con uniforme camufle, quien habló tranquilo y con sarcasmo.

Tras el anuncio de que la marcha no avanzaría, porque los miles de sandinistas acordonaban cualquier paso hacia el norte de la ciudad, al "parque de la paz, donde terminaría la manifestación de Montealegre, los liberales comenzaron a retirarse, siempre en pequeños grupos, temerosos algunos y otros en abierta confrontación con los piquetes de sandinistas, retenidos por la Policía.

Como producto de la "magia", Montealegre desapareció del lugar, protegido por sus escoltas y por patrullas de la Policía, utilizando las calles aledañas, rumbo al sur de Managua, casi igual que hacía un poco más de 24 horas en el kilómetro 14 de la carretera sur, donde las autoridades lo sacaron en medio de una nube de gas mostaza, lanzada a piquetes de sandinistas que intentaron que mostrara supuestos resultados electorales que las autoridades alteraron.

Quiñónez también se lanzó por otra calle aledaña, rodeado de sus escoltas y jóvenes humildes guindados de sus camionetas para protegerlo por los cuatro costados, mientras que otros diputados PLC, de los pocos que asistieron, como Rodríguez y Carlos Noguera, comenzaron a caminar en busca de sus autos, que dejaron en lugares alejados.

La acción de repliegue de Montealegre y sus compañeros fue tan intempestiva, que dejaron olvidado a su jefe de campaña y diputado ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Eliseo Núñez Morales, quien se refugió en la sede de la agencia de viajes Munditur, a la espera de que se "calmaran las cosas" y se replegaran los simpatizantes sandinistas.

Horas después Núñez Morales salió hecho un energúmeno y la emprendió con ofensas ante los periodistas, señalando de "vendidos" a los que trabajan en los medios de comunicación de perfil sandinista, negando que se escondió como un cobarde y alegó que había buscado esa calle aledaña a la concentración, pues andaba "en busca de mi carro", pero luego le rogó a una patrulla de la Policía que lo evacuara del lugar.

El retiro de los líderes de la marcha de Montealegre y el PLC no fue "pacífico", sino que piquetes de jóvenes, previamente contratados según se denunció, se dedicaron a acciones "de distracción", incursionando a sectores aledaños a los sitios donde estaban apostados los sandinistas, iniciando los enfrentamiento a pedradas, que les respondían también con piedras y disparos de morteros de fabricación casera.

La cobertura del retiro de los dirigentes de la "marcha cívica" degeneró en una serie de enfrentamientos entre los piquetes de jóvenes liberales y sandinistas que respondían a las provocaciones desde sectores al oriente y occidente de donde estaban ubicados, frente a los policías antidisturbios, trasladando la zona de confrontación lejos de donde huían los líderes del PLC.

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