Nuestra lucha no se trata de una mera elección estrecha entre opciones electorales dentro del actual régimen, sino de apostar por formas de organización económica y espiritual, cualitativamente superiores a la civilización burguesa, donde se garantiza la emancipación del proletariado y la democracia real. Es la lucha popular por la conquista de la civilización socialista, partiendo del estudio científico de las bases materiales que lo posibilitan y con el objetivo último del comunismo.

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30 de agosto de 2012

Excelente análisis marxista de los comunistas argelinos a favor de Siria (1)


Los Estados imperialistas han dado nuevos pasos en su guerra declarada contra Siria. No ocultan su voluntad de ignorar la oposición de China y Rusia en el consejo de seguridad de la ONU a sus operaciones contra este país bajo una cobertura internacional “legal” con el objetivo de colocar a sus lacayos serviles en el poder. La divulgación de las supuestas directivas secretas de Obama dando luz verde a la acción de la CIA es la señal de una ofensiva sin precedentes para asesinar a los dirigentes, personalidades y militantes que se niegan a someterse a sus planes criminales y barbaros de someter a los países árabes. Mediante esta divulgación los EEUU oficializan las acciones secretas programas desde hace años y ejecutadas desde el año pasado al mismo tiempo que lanzaban sus operaciones en Libia para derrocar el régimen de Gadafi. Dan abiertamente luz verde a la coordinación de acciones de todas las fuerzas imperialistas y reaccionarias internas para destruir mediante la fuerza más brutal un país que no se pliega a sus voluntades. 
 
La divulgación de las directivas de Obama interviene en el momento en que confluyen en siria grupos oscurantistas de mercenarios bien pagados por arabia saudita y Qatar, entrenados por agentes de EEUU, Francia y Gran Bretaña, bien dotados de armas modernas y municiones de todo tipo material sofisticado de telefonía. Infiltraciones masivas desde Turquía sobre todo pero también de Jordania y de las regiones libanesas controladas por las fuerzas de Hariri para sembrar la muerte y la destrucción en ciudades y campos sirios. La Unión europea participa activamente en estas operaciones. Bajo la dirección del partido socialista, la Francia imperialista multiplica las amenazas y los actos para desmembrar siria. El envío de militares francesas a la frontera jordano siria bajo pretexto de ayuda médica a los refugiados sirios disimula hipócritamente operaciones de espionaje previas a una intervención militar directa, como en el tiempo del colonialismo cuando la derecha y la socialdemocracia se sustituían para satisfacer los intereses de la burguesía bombardeando Damasco, atacando al pueblo argelino, tirando sus paracaidistas en Suez, etc. Alemania de su lado no se cruza de brazos. Presida la comisión de expertos compuesta por representantes de multinacionales y harkis (1) sirios que antes de tomar el poder están repartiéndose las riquezas de siria sin olvidar a los empresarios sirios que aceptarán una pequeña zanahoria a cambio de su felonía y su sometimiento a las potencias extranjeras
 
Comunistas turcos solidarios con el hermano pueblo sirio y contra su gobierno pro imperialista

                   Una insurrección armada que no tiene que ver con las libertades democráticas

Es evidente desde el año pasado que la insurrección armada en Siria apoyada por las potencias imperialistas y las monarquías teocráticas del golfo no tiene que ver con ningún combate por las libertades democráticas y el progreso social. La insurrección armada es obra de grupos que ocultan cada vez menos su voluntad de instaurar un Estado sectario que niegue la libertad de conciencia y las libertades confesionales, que han sido la particularidad de siria en comparación con los países árabes y musulmanes que emplean el Islam para que los trabajadores y campesinos acepten una feroz explotación. Solo gentes de mala fe o a sueldo de la gran burguesía imperialista pueden seguir simpatizando con esta insurrección, desar la intervención imperialista y divulgando mentiras para tratar de justificarla. Está claro que los objetivos reales de las potencias imperialistas son controlar las riquezas petroleras de los países árabes, someter a los trabajadores de esta región a una sobreexplotación sin precedentes para que sean ellos quienes paguen las consecuencias de la crisis del sistema imperialista. Está claro que estas potencias buscan abortar las aspiraciones de los pueblos árabes de verdaderos cambios, de construir regímenes democrático populares que expresen los intereses de los trabajadores, del campesinado laborioso, de las capas intermedias que vivan del ingreso de su trabajo, que pongan fin al acaparamiento y explotación de riquezas y al fruto del trabajo de los productores por las multinacionales y una minoría de explotadores y beneficiarios locales.
 
Pioneritos rojos del Partido Comunista de Siria

Aunque el régimen sirio haya cambio de naturaleza de clase y no exprese desde hace años los intereses fundamentales de las clases laboriosas de Siria, es imposible situarlo en el mismo plano que los terroristas islamistas y las potencias imperialistas. La insurrección armada de Siria tiene un carácter netamente reaccionario debido a los objetivos oscurantistas y visión social y económica ultra liberal de sus jefes, su dependencia política, financiera y militar de los países imperialistas y de las monarquías teocrática del Golfo, su rol de brazo armado de esta coalición de fuerzas extranjeras. Tras haber perdido el apoyo de una parte de la población que había simpatizado al comienzo con ellos y que había sido engañada por la propaganda bajo la máscara del islam, los jefes de la insurrección tratan de imponerse mediante el terror y la violencia más salvaje.
La responsabilidad principal de las desgracias que se han abatido sobre el pueblo siro incumbe a los dirigentes y políticos burgueses o socialdemócratas de los países imperialistas. Los criminales de guerra son los que incitan desde el comienzo de los disturbios al rechazo de toda solución pacifica, a la salida previa del jefe del Estado sirio a pesar de que es apoyado por más de la mitad de la población. En primer lugar es Hillary Clinton quien ha llamado a los rebeldes integristas a que no cesen su lucha armada en el momento preciso en que hipócritamente los EEUU daban su acuerdo al plan Annan. Son también los dirigentes turcos, tunecinos, los de Francia de derecha o “izquierda” que albergan las reuniones de los falsos “amigos de Siria” o las marionetas sirias bautizadas CNS. De hecho los estados imperialista son buscan desacreditar a las fuerzas opuestas a su dictado. Han maniobrado para obtener el desarme unilateral del Estado sirio frente a los grupos armados con la hábil ayuda de Kofi Annan y del jefe de los observadores de la ONU que se quita la máscara al declarar sobre la inevitable salida del presidente sirio. Bajo la mentira vulgar de reconocer el derecho de manifestarse, Hillary Clinton y sus aliados europeos han apoyado activamente los grupos armados…con el refuerzo de integristas de todas nacionalidades, turcos, libios, tunecinos, argelinos, etc. Les han dado la señal para cometer crímenes salvajes imputados sistemáticamente en desprecio de la verdad al ejército sirio como fueron los de Houla, Treimsa y otros. Como por casualidad esos crímenes se cometían la víspera de encuentros internacionales o reuniones del consejo de seguridad de la ONU para arrancar decisiones a favor de la intervención de la OTAN como ha pasado en Libia.

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